Roxana solis y su hijo Daniel. Empezaré por contar como fue que llegue a tomar la decisión de intentar esta terapia alternativa. Al contrario de mucha gente, siempre creí en las bondades y beneficios de esta terapia, no solo por las cosas que leía de la misma, también, por la experiencia que tuvieron algunas personas conocidas y amigos que la probaron y que en todos los casos se dieron excelentes resultados..
Me preguntaba: "si cada caso que conozco tuvo buenos resultados, ¿por qué en mi hijo no puede funcionar?... no digo que sea la cura, por supuesto que no, pero a lo mejor lo podía ayudar un poco, sobre todo a mantener su atención en el colegio por más tiempo, y a disminuir un poco su hiperactividad y otros estados emocionales que no le estaban permitiendo desarrollarse como un niño feliz".
Tuve la suerte de encontrar en el trabajo a un compañero y amigo (Daniel Marín) que realizaba este tipo de sanación y sin pensarlo más, decidí comenzar con las terapias.
La primera terapia no se dio con los resultados esperados por mí, pero si logre conocer más a mi hijo, vinieron las siguientes y de a poco se fueron viendo los frutos, mejoro notablemente la conducta tanto en el colegio como en la casa, ya no es el niño "desafiante" que muchas veces me provocaba irritabilidad el no poder controlarlo.
Estuvimos más menos medio año usando la terapia de Flores de Bach y puedo decir que hoy mi hijo es un niño feliz gracias a esta terapia alternativa.
Así como muchas otras mamás cuentan los logros de sus hijos, yo también puedo contar los míos, porque gracias a las terapias de Bach más otras terapias convencionales, veo con mucho éxito los logros alcanzados.
Quiero aclarar, que es fundamental dar con el profesional adecuado, que sea idóneo y que entienda realmente el problema que vive cada persona.
Gracias por permitirme contar mi testimonio de vida.
