Tú piensas, y tus pensamientos se materializan como experiencia, esto es así y como regla es totalmente desconocido para ti. Estás verdaderamente tejiendo los patrones de tu propio destino, aquí y ahora, por la manera en la que te permites pensar, día tras día. Está todo enteramente en tus propias manos. Nadie, sino tú mismo puede restringirte. Nadie más puede involucrarte en dificultades o en la limitación. Ni los padres, ni tu cónyuge, ni los jefes, ni vecinos, ni la pobreza, ni la ignorancia, ni ningún otro poder, el que sea, puede apartarte de lo que te pertenece, una vez que has aprendido cómo pensar. La Ciencia del Vivir es la Ciencia del Pensamiento.
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