jueves, 26 de marzo de 2009

Respiración Holotrópica


La palabra holotrópíco deriva de una raíz griega, signifi­ca moverse hacia lo íntegro. Las plantas se mueven en di­rección del sol con un movimiento heliotrópico. En la misma forma, durante una sesión holotrópica, el organismo humano está en un estado de conciencia que le permite moverse en dirección a su integración, volverse un todo completo, y sa­nar sus propios aspectos heridos o fragmentados.
El doctor Stanislav Grof y su esposa, Cristina Grof, desa­rrollaron esta poderosa técnica natural a mediados de los años '70. Para hacerlo, tomaron como punto de partida modernas investigaciones sobre la conciencia y los estudios que realiza­ron acerca de los sistemas espirituales antiguos. En su libro "The Future of Psychology" ("El futuro de la psicología") el Dr. Grof lo expresa del siguiente modo: "En los estados holotró­picos, podemos trascender los estrechos límites del ego corpo­ral y aspirar a nuestra identidad plena". El trabajo con la res­piración holotrópica nos ayuda en este proceso porque indu­ce el estado holotrópico y crea un contexto seguro que nos permite volver a conectarnos con nosotros mismos, con los demás, con el mundo natural y con el espíritu.
Mientras se desarrolla el proceso que corresponde a este trabajo, van surgiendo muchas experiencias, pero proponerse experimentar la respiración holotrópica por sí misma no es el propósito de este trabajo (como tampoco lo son el renacimien­to o el éxtasis). Los objetivos son plenitud, sanación y sabidu­ría. Las experiencias son los medios que permiten alcanzar estos objetivos. Cuando el cuerpo y la mente entran en un estado holotrópico a través del control de la respiración, la sabiduría interior aprovecha la oportunidad para avanzar en dirección a la sanación física, mental, emocional y espiritual, y también para realizar un cambio evolutivo. La Respiración Holotrópica opera según el siguiente principio: somos nues­tros mejores sanadores.
La Respiración Holotrópica combina elementos como: con­trol de la respiración, música, supervisión individual, arte, un período flexible de tiempo sin un momento de finalización determinado y una forma particular de trabajo focalizado en el desbloqueo de la energía. Todos estos elementos suponen un cuidadoso entrenamiento de los facilitadores que condu­cen las sesiones de las personas que respiran. Estas caracte­rísticas del trabajo promueven la seguridad y la cura dentro de estados de conciencia no habituales.
Los que practican la Respiración Holotrópica pueden te­ner imágenes visuales cargadas de emociones, pueden experi­mentar la energía moviéndose dentro de sus cuerpos, pueden alcanzar intuitivamente algunos insights que les permitan acla­rar aspectos conflictivos de sus vidas. Es frecuente oírlos rela­tar que se sienten aliviados del estrés acumulado, que han liberado emociones relacionadas con antiguos traumas, que sienten más confianza en sí mismos y en sus propios cuerpos. También suelen decir que han comprendido y ahora pueden superar antiguas pautas de comportamiento que tenían con­secuencias no deseadas por ellos.
Antes de realizar el primero de los ejercicios respiratorios, los principiantes reciben una profunda preparación teórica que incluye la descripción de los fenómenos principales (bio gráficos, perinatales y transpersonales) que se producen du­rante una sesión holotrópica. También reciben instrucciones técnicas para que puedan trabajar de a dos para alternativa­mente respirar o acompañar a la persona que está respiran­do. Se comentan las posibles contraindicaciones físicas y/o emocionales y, cuando existe algún temor, se solicita la opi­nión de algún experto. Por ejemplo, las personas que mani­fiestan dificultades referidas a la función cardiovascular y las personas a quienes se les haya diagnosticado glaucoma no pueden realizar la respiración holotrópica.
La experiencia de la respiración holotrópica es, en gran medida, interior y mayormente no verbal; no se realizan inter­venciones. Los facilitadores conducen una relajación guiada para ayudar a que la persona que respira relaje su cuerpo y lo prepare para la sesión. Al final de la relajación, los facilitadores les sugieren a las personas que comiencen a respirar más rá­pida y profundamente que de costumbre. Aunque al comienzo de la sesión se le sugiera a la persona que respira que intensi­fique el ritmo de su respiración, también se la estimula para que encuentre su propio ritmo. Y así, después que la sesión de respiración ha comenzado, la persona que respira no reci­be ninguna indicación de respirar de alguna forma en parti­cular. A medida que la respiración se vuelve más profunda, los facilitadores le hacen escuchar alguna música, que tanto puede ser sugestiva como rítmica.
A medida que avanza la sesión, las personas que respiran entran en estados de conciencia no habituales, o estados holotrópicos. Lo que se puede observar desde afuera varía se gún la persona o el momento. Hay quienes se quedan muy quietos, como si se encontraran en una profunda meditación. Otras personas comienzan a balancearse o hacen diferentes movimientos rítmicos. Algunos gritan, gimen, lloran o expre­san ira. A veces, la persona que respira pide ayuda para ex­presar sentimientos o sensaciones, pero es más frecuente que encuentre recursos internos para permitirse la experiencia que surge, o para brindarse a sí misma la protección y la com­prensión que necesita. Las experiencias pueden ser diferentes entre un individuo y otro, y entre una sesión y otra. Con fre­cuencia, el mismo individuo vive diferentes experiencias en cada una de las sesiones de respiración.
Las sesiones de Respiración Holotrópica duran de dos a tres horas, y con frecuencia se prolongan. Por lo común, la música continúa durante tres horas. Al final de la sesión, cuan do la respiración no alcanzó a resolver todas las tensiones físicas y emocionales que se activaron, los facilitadores ofre­cen un trabajo focalizado para desbloquear la energía. El prin­cipio básico de este trabajo consiste en que, a partir de las claves que ofrece la persona que respira, el facilitador crea una situación en la que se amplifican los síntomas presentes durante la sesión. La energía y la conciencia se mantienen en esta área, y mientras tanto el facilitador alienta a la persona para que exprese plenamente su reacción, y para que no se preocupe por la forma en que la reacción se manifiesta. Este trabajo de concentración para desbloquear la energía es una parte esencial del abordaje holotrópico y tiene un rol impor­tante para que la experiencia se complete y quede integrada.
El aspecto experimental del entrenamiento como facilitador crea una profunda confianza en la propia sabiduría interior. Quienes pasan por el entrenamiento profesional, se embar can en diversos viajes interiores y de este modo adquiere la convicción de que verdaderamente pueden confiar en la guía interior y en el proceso de quienes practican la respiración holotrópica. Esta confianza les permite transmitir la fe intrín­seca en el proceso a los participantes que se sientan atemori­zados en alguna de las etapas del viaje interior.
La formación en el Grof Transpersonal Training también incluye instrucción con respecto a los principales aspectos del modelo: respiración, música, arte y el trabajo de concen tración para liberar energía. Los profesionales se entrenan en una forma de "hacer" que ellos llaman "no hacer". Es decir, se tornan sensibles para abstenerse de toda acción que no esté orientada a simplemente facilitar lo que ya ocurre con la per­sona que respira. Los profesionales consideran que la respira­ción holotrópica no es tanto una técnica sino un instrumento y un escenario, las personas que respiran pueden sumergirse en él, explorarlo y, mientras tanto, contar con ayuda para in­tegrar la infinita gama de experiencias que se presentan.
El Dr. Stanislav Grof es psiquiatra y tiene más de treinta años de experiencia de investigación en psicoterapia y estados de conciencia no habituales. Como parte de su carrera profesio nal, se desempeñó durante siete años como Profesor Adjunto en la John Hopkins University, fue Jefe de Investigación en Psi­quiatría en la Maryland Psychiatric Research Center, y durante catorce años se desempeñó como Scholar in Residence en el Esalen Institute de Big Sur, California. Es uno de los fundado­res de la psicología transpersonal y también uno de los princi­pales teóricos de dicha corriente. Fue fundador y presidente de la International Transpersonal Association.


Del Libro "RESPIRACIÓN Y ESPÍRITU: Respiración Conciente como Técnica de Sanación" de GUNNEL MINETT

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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